Ya tenemos la lista completa de las planchas electorales y a esta hora, las redes sociales se han convertido en el campo de batalla donde unos pretenden desacreditar a la plancha del otro " José Chlimpler ha sido ministro fujimorista dice la Sra. Nadine, Susana Villarán es honesta dice Urresti, la otrora defensora de los derechos humanos ahora está con el "capitan Arturo" le replican sus rivales; Nano García es caviar apoyó al NO en la revocatoria  y hoy se fue con el "mudo"mientras que el pastor Lay justifica la inmoralidad  de César Acuña etc. y como diría Ricardo Palma, están en plan de "mátame la yegua que he de matarte el potro" y con este intercambio de "garrotazos" y verborragia defensiva...

Todos pretenden dirigir el enfoque con el que el electorado debe ver a la plancha ajena y a la propia pero la verdad es que todas ellas tienen "rabos de paja", flancos débiles que serán el punto de los bombardeos electorales en los próximos meses.

PICOTAZOS II

»Probablemente Susana Villarán ha calculado que tiene una cuota electoral importante que pretende endosar al candidato nacionalista si recordamos la pasada justa electoral y mientras Urresti va dedicándose a demoler, ella equilibraría la balanza con sus modales políticos, su tono pausado que tiende a la centro-izquierda buscando diferenciarse del sector más radical (con respecto a ella) de Verónica Mendoza (y por ello sus alusiones a presos políticos en Venezuela aduciendo que "otros" no son consecuentes al no señalarlo) y generando con esto el canibalismo en el sector electoral de izquierda. El partido nacionalista busca mantener a su lado a varios de los colectivos que le apoyaron el 2011 (lo que se evidencia en el apoyo del Sr. Otárola al aborto en casos de violación y en varias concesiones que el ejecutivo les ha brindado como el pago de reparaciones, la lista de esterilizaciones forzadas, etc. )

»Alejandro Toledo está preocupado por mantener la unidad institucional y de su cuota electoral y por ello pone a dos figuras como la Sra. Omonte y Marcial Ayaipoma, llamándolos la "plancha de la lealtad" mientras que Keiko trata de ser elegida por ella misma y crear así su propio aporte de votos pero es el propio fujimorismo quien puso la mejilla para recibir el " Alberto es quien manda y no Keiko" y como señalé en el artículo anterior, es hasta gracioso (por lo que evoca) que su plancha sea de vladimiro-fujimori, cuando se atrevieron a cuestionar hasta la participación de sus figuras históricas para buscar marcar distancia con el pasado.

Continuará

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